Quiero ponerme en forma

Incluir la actividad física en la rutina diaria ayuda a prevenir la aparición de enfermedades crónicas asociadas al sedentarismo, tal y como ha recordado la catedrática del Departamento de Salud y Rendimiento Humano de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid, Marcela González-Gross. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para adultos realizar actividad física como mínimo tres o cuatro veces a la semana.
En concreto, realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana o 75 minutos si es una actividad física vigorosa. Ahora bien, prosigue, a la hora de introducir la actividad física en nuestra vida hay que considerar que pasar de ser sedentario a hacer demasiado ejercicio puede incrementar el riesgo de sufrir una lesión.
En concreto, las actividades cardiovasculares son ejercicios que ayudan al fortalecimiento del corazón, el refuerzo del sistema inmunológico, la mejora del sistema respiratorio y la mejora del sueño, así como también ayuda a reducir el riesgo de presión arterial alta, diabetes, y colesterol alto.
Asimismo, las actividades de fuerza y resistencia muscular incluyen tanto ejercicios de corta duración y alta intensidad como de baja intensidad y larga duración y sus ventajas van desde el aumento de fuerza y resistencia en músculos, huesos y ligamentos, a la mejora de la coordinación y el equilibrio.
Por otra parte, la experta ha destacado la importancia de que la actividad física que se realice resulte divertida y, a su vez, se escuche al propio cuerpo y se aplique el sentido común. Para mejorar la condición física, se debe aplicar una sobrecarga gradual y progresiva a la cantidad de actividad física.

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